Diputado Jaime Vargas: de la sombra al estrellato político

La aspiración de todo diputado que llega a la Asamblea Nacional es alcanzar la presidencia de este órgano del Estado, una meta que pocos logran cumplir y a la que muchos otros les ha sido imposible llegar.

La trayectoria, la experiencia, el recorrido político y sus ejecutorias debieran ser piezas clave para que un diputado logre este cargo, además de contar con la simpatía de sus colegas y con los votos suficientes para ser elegido.

Pero para el quinto y último periodo del actual quinquenio, que inicia el próximo 1 de julio, el panorama pareciera favorecerle al novato diputado del Partido Revolucionario Democrático (PRD) Jaime Vargas, del circuito 5-2 de la provincia de Darién, quien fue escogido como candidato a la presidencia de la Asamblea por una parte mayoritaria de su bancada dominada por el diputado y presidente del PRD, Benicio Robinson.

En cuanto a su labor legislativa son pocos los anteproyectos de ley impulsados y presentados individualmente ante el pleno por Vargas.

El anteproyecto que establece el estado de alerta de salud pública, el cual consiste en la adopción, en todo el territorio nacional, por parte del Gobierno Nacional, de medidas sanitarias para la prevención y control de enfermedades declaradas como de transmisión internacional, es una de sus propuestas; en el resto de los anteproyectos en donde aparece como firmante, no es el creador o proponente original de estos.